29 de agosto de 2016

Sillas parchís pintadas (titulo provisional)

Buenos días.  Después de un tiempo de inactividad por aquí, me he puesto, con ayuda, como luego se verá, a reciclar unas sillas de Ikea con más más años que el colacao.

Motivo, la última "restauración" con los barrotes del respaldo de azul nunca acabaron de convencernos (la que manda manda). Además las sillas ya están algo estropeadas, sucias y con el barniz ya medio levantado. Son las sillas de la cocina.

Así que el primer paso, limpiar a fondo. KH7 y estropajo tipo nanas para desengrasar a tope.Voy a pintar con pintura a la tiza por lo que no es necesario que la superficie esté perfectamente libre de barniz o pinturas pero si de grasa o suciedad o restos de ese barniz casí en escamas.

Después de dejar bien limpio lijamos suavemente para alisar. Sacudimos el polvo de serrín que ha soltado el lijado y pintamos la primera mano.
Terminamos de pintar la primera mano. Dejamos secar según instrucciones del fabricante y lijamos suavemente para quitar imperfecciones. Como son cuatro sillas cuando he terminado de pintar la primera mano de la última me he puesto con la segunda mano. No he tenido que esperar, es agosto y hace mucho calor. Estaba perfectamente seco.
 
Y listo, ya tenemos las sillas pintadas de colores. Parecen las sillas del parchís.
Pero aquí no acaba todo. El diseñador de la casa, Dani, se ha ofrecido a decorarlas, así que las he dejado en sus manos y con unos rotuladores de acrílico, marca Amsterdam, se ha puesto manos a la obra. Lo primero pensar. 

En la foto inferior podemos ver al artista en pleno proceso mental, estrujándose la materia gris... (lo pintaré de verde... lo pintaré de azul...)
Empieza perfilando el dibujo.
Continúa perfilando y rellenado...

continuará.......


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